La forma en que nos alimentamos puede influir ampliamente en nuestra capacidad cognitiva. Un estudio ha demostrado que el seguir una dieta específica puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar problemas tanto en el razonamiento, como en la concentración y en la memoria. Este régimen de alimentación es la dieta MIND.
La dieta de la felicidad suprema: ¿de qué se trata y qué alimentos sugiere evitar?El doble sentido de la dieta “MIND” le proviene de las siglas en inglés “The Mediterranean- DASH Intervention for Neurodegenerative Delay”, a la vez que se vincula con el significado de “mente”, que refiere a los propósitos por lo que ha sido diseñada. Esta forma de alimentación se ha elaborado con el objetivo de combatir el deterioro cognitivo, de acuerdo con el líder del estudio, el Dr Russel Sawyer, profesor en neurología clínica y medicina de rehabilitación del Instituto Gardner de Neurociencia de la Universidad de Cincinnati.
Dieta MIND: ¿cuáles son los efectos de este plan en nuestro cerebro?
Este régimen de alimentación combina la tradicional y conocida dieta Mediterránea junto con la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), un plan enfocado en la reducción de la presión arterial. Entre los componentes de este plan se encuentran diez 10 grupos de alimentos beneficiosos para el cerebro, como son los vegetales de hojas verdes, los frutos secos, las bayas, los porotos, los granos enteros, comida marina, aceite de oliva y aves de corral.
“La dieta MIND resuelve todos los aspectos fundamentales requeridos para reducir la inflamación sistemática, facilitar la pérdida de peso, mejorar la salud de la microbiota, reducir la resistencia a la insulina, minimizar los niveles de lípidos en la sangre y detener la aterogénesis, es decir, el taponamiento de las arterias”, destaca el Dr David Katz, especialista en medicina preventiva y fundador de True Health Initiative, una organización sin fines de lucro.
La investigación publicada el miércoles pasado en la revista Neurology de la Academia Americana de Neurología resaltó cuáles eran los efectos de la adopción de esta dieta en los participantes. Así se comprobó que aquellas personas que siguieron este plan de alimentación eran un 4% menos propensas a desarrollar problemas de memoria y razonamiento que aquellos que no adhirieron al plan. Estos resultados se mantuvieron incluso sin tomar luego en cuenta el ejercicio, las condiciones médicas, la edad, ansiedad o si estos eran fumadores.